La explicación podría ser la siguiente: así como el arco iris se debe a la presencia de gotas de agua en el cielo, este "halo" sería producido por pequeños cristales de hielo de forma hexagonal que se forman por la baja temperatura que se da a gran altura. Y un cristal de hielo hexagonal es casi un prisma que desvía la luz por un fenómeno llamado "refracción". Y aquí viene lo importante: dependiendo de la orientación de estos cristales, la luz se desvía más o menos, pero sobre todo a un ángulo de aproximadamente 22 grados, y nunca en un ángulo menor.
Entonces, una nube tenue de cristales de hielo orientados al azar puede desviar la luz del sol, formando un círculo luminoso de 22 grados de radio, con una zona más oscura en su interior. Y como el rojo se desvía menos que los otros colores, el borde interno del círculo es de uno tono rojizo. Estos mismos mecanismos de refracción de la luz en cristales de hielo hace que, en condiciones excepcionales, puedan llegarse a ver espectáculos aún más asombrosos.